Conexión-Arqueología agrupa a más de un centenar de especialistas para dialogar con otras disciplinas científicas

“En la actualidad hay una serie de problemas donde la arqueología tiene mucho que decir”. Estas palabras de Xosé-Lois Armada, investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC), justifican en parte la creación de la nueva red de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Conexión-Arqueología (ArchHub.CSIC), que reúne a un centenar de especialistas que trabajan desde diferentes campos y sobre distintos momentos del pasado. La arqueología puede aportar conocimiento útil para comprender mejor y gestionar de forma eficaz retos sociales como el cambio climático, el despoblamiento rural

La idea es dotar de contexto y de mayor profundidad a los desafíos del presente gracias a una visión de larga duración. La arqueología es interdisciplinar, con múltiples conexiones con el resto de los saberes que le permiten estudiar los vestigios materiales de la actividad humana desde sus orígenes hasta la actualidad, y por eso puede dar unas respuestas que ninguna otra disciplina podría ofrecer.

El principal objetivo de esta plataforma es reunir a diferentes institutos del CSIC que trabajan en arqueología, a menudo sobre un mismo periodo, pero en zonas geográficas distintas, y crear así sinergias para aprovechar el conocimiento de cada uno de los centros. Esta red tratará de mejorar el posicionamiento a nivel internacional del CSIC y de incrementar su capacidad de interacción con los distintos agentes sociales. “Nuestro reto es el de aunar esta diversidad en desafíos concretos de la sociedad actual”, añade Silvia Valenzuela Lamas, vice-coordinadora de la red e investigadora de la Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades (IMF-CSIC)

Para profundizar en esta complejidad, el grupo organizará tres encuentros de reflexión estratégica: el primero, para tratar la internacionalización y la arqueología en el exterior; el segundo, para coordinar las infraestructuras, el equipamiento científico, las colecciones de referencia y el equipamiento que tienen a disposición; y el tercero, para poner sobre la mesa la relación que tiene la disciplina con los retos del siglo XXI y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Es importante entender que todo esto se hace mejor cuando estamos coordinados”, recalca Armada, coordinador de esta nueva plataforma.

Una mirada hacia fuera

Las respuestas a algunas incógnitas del presente también se encuentran en otros continentes y, por eso, Conexión-Arqueología va a mantener una estrecha relación con el exterior implicando a académicos internacionales en sus iniciativas de investigación y divulgación mediante un programa de movilidad. Explican los coordinadores que también estarán presentes en el Congreso Anual de la Asociación Europea de Arqueólogos (EAA), que entre los días 31 de agosto y 3 de septiembre de 2022 reunirá a más de 2.000 personas en Budapest (Hungría). En ese encuentro, la red Conexión-Arqueología del CSIC tendrá un stand donde compartir toda su información y participará en varias sesiones del congreso.

Siguiendo la línea de abrir las fronteras de la arqueología española, la red está realizando un trabajo de preparación para participar en la convocatoria Marie Sklodowska-Curie Doctoral Networks de la Comisión Europea, unas redes de formación para contratar a una decena de doctorandos internacionales para cada red y fortalecer las conexiones del CSIC con el resto de Europa.

Alta divulgación científica

A lo largo de su actividad, la red potenciará la visibilidad de las investigaciones arqueológicas del CSIC mediante una presencia constante en redes sociales y unos breves documentales contando la labor de la red y lo que puede aportar la arqueología a la sociedad. Por otra parte, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma está organizando un ciclo de charlas en las que cada uno de los grupos del CSIC que integran Conexión-Arqueología exponen su trabajo los jueves cada dos semanas. “Elaboraremos un libro de alta divulgación que nos sirva para contar lo que se cuece en nuestros laboratorios y en los yacimientos en los que trabajamos”, desvela el coordinador de la red.

Otro de los puntos fuertes de la arqueología que permite una buena transmisión de conocimiento es la materialidad de la disciplina. “Un átomo es difícil de ver, pero un fragmento de sílex, de cerámica o de hueso ofrecen mucha información y tienen una gran potencia emocional”, reconoce Valenzuela. “Tenemos muchas respuestas bajo nuestros pies porque los seres humanos dejamos huella. Podemos abarcar toda la vida humana a través de los restos materiales que se conservan (semillas, polen, objetos diversos…), y eso nos permite llegar a la sociedad con información útil para abordar retos actuales como la sostenibilidad”, concluye la investigadora mientras muestra un trozo de cerámica en una mano y dos huesos en otra.

En Conexión-Arqueología se han integrado siete institutos en los que la Arqueología está presente como disciplina: el Instituto de Historia (IH, Madrid), la Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades (IMF, Barcelona), el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit, Santiago de Compostela), el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM, Mérida), la Escuela de Estudios Árabes (EAA, Granada), la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR, Roma) y el Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo (ILC, Madrid). Además, también forman parte de la red grupos de otras disciplinas que contribuyen asiduamente a la investigación arqueológica, pertenecientes al Instituto Geológico y Minero (IGME), los Institutos de Ciencia de Materiales de Madrid y Sevilla (ICMM e ICMS), el Instituto de Geociencias (IGEO) con la participació de Míriam Gómez Paccard, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) o el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA).

Para conseguir sus objetivos Conexión-Arqueología cuenta con una Ejecutiva de la que forman parte destacados investigadores del CSIC. Junto a Xosé-Lois Armada y Silvia Valenzuela Lamas, coordinadores de la red, este órgano está integrado por Elías López-Romero (IAM), Leonor Peña Chocarro, Inés Sastre e Ignacio de la Torre (los tres pertenecientes al IH) y M. Ángeles Utrero (EEA-EEHAR).

Esta iniciativa se suma a la creación de la red Conexión-Cáncer, un espacio que aglutina a los centros del CSIC que estudian la enfermedad, de Conexión-Nanomedicina (NanomedCSIC), una nueva red de colaboración científica que fomenta un abordaje multidisciplinar de la investigación en nanomedicina y de Conexión-Vida, que pretende arrojar luz sobre aspectos esenciales de la biología gracias a la colaboración de más de 90 grupos científicos de la institución. Todas ellas entran en la Estrategia Científica 2030 del CSIC.

Agathe Cortes / CSIC Comunicación. Noticia Original

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