Descripción de tu trayectoria profesional

Eugenio Fraile Nuez, nacido en Gran Canaria (España) en 1976, se graduó y se doctoró en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Su doctorado obtuvo el premio extraordinario a la mejor tesis doctoral en el área de Ciencias Experimentales. A partir de 2009, ejerce como Investigador Científico en el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) en el Centro Oceanográfico de Canarias, Tenerife. Actualmente, su investigación se centra en el estudio de los procesos físico-químicos asociados a volcanes submarinos y fuentes hidrotermales de canarias. Ha sido investigador principal de los proyectos Bimbache, Vulcano-I-II y Vulcana-I-II-III, y ha liderado los estudios oceanográficos realizados por el IEO-CSIC durante las dos últimas crisis sismo-volcánicas que afectaron al territorio español: El Hierro en 2011 y La Palma en 2021. A lo largo de su carrera investigadora, ha publicado más de 65 artículos científicos en revistas internacionales especializadas de alto índice de impacto. Ha participado en más de 30 proyectos de investigación nacionales e internacionales, así como en numerosas campañas oceanográficas, acumulando más de 2000 días de mar en diferentes buques de investigación nacionales e internacionales alrededor del mundo. Realizó una estancia postdoctoral en la Universidad Pierre et Marie Curie (París, Francia) en el grupo L’Ocean para profundizar sobre fuentes hidrotermales submarinas. Desde 2014 ejerce como Asesor del Consejo Nacional de Seguridad Marítima del Gobierno de España en Riesgo Vulcanológico Submarino, así como en Oceanografía Física para el Plan Marítimo Nacional del Ministerio de Fomento. Además, es miembro del Plan de Emergencia por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA) y asesor del IEO-CSIC en la Célula Nacional de Información y Análisis de Riesgos y Amenazas (CIARA) del Consejo Nacional de Seguridad Marítima (CNSM) del Gobierno de España.

¿Por qué es importante para ti visibilizar el colectivo LGTBIAQ+ en el ámbito científico/laboral?

La ciencia es un trabajo vocacional, en el que pasamos gran parte de nuestro tiempo, incluso a veces, más del que pasamos en nuestras casas con nuestros seres queridos, de ahí que nuestro entorno laboral deba ser abierto y amable con nuestro colectivo, en el que nos sintamos entendidos y queridos como en nuestra propia casa. Para conseguirlo, deberíamos luchar juntos para aumentar el grado de  visibilidad de nuestro colectivo y que todos tengamos las mismas oportunidades para poder progresar en esta carrera científica muy competitiva. 

¿Cómo podemos lograr una ciencia más inclusiva?

Creo sinceramente que todo granito de arena cuenta, y que deberíamos seguir actuando y luchando por conseguir más visibilidad, educar a la sociedad en que existen más conceptos de familia fuera de los heteronormativos y si se puede, establecer algunas normas concretas anti-discriminación.

¿Por qué te dedicas a las Geociencias?

En 2011, tuvo lugar la erupción submarina del volcán Tagoro en la isla de El Hierro. Tuve la gran oportunidad y responsabilidad de liderar las acciones marinas de investigación por parte del IEO-CSIC para así, dar respuesta a los requerimientos de asesoramiento de nuestra institución al Plan de Emergencia por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA). A partir de ese momento, creé una nueva línea de investigación en vulcanología submarina en Canarias que, 12 años después, sigo liderando.

¿Tienes alguna persona que haya sido tu referencia en Geociencias? ¿por qué te marcó esa persona? 

Tengo muchos investigadores/as-amigos/as que me ayudaron a formar y consolidar esta nueva línea de investigación hace ya más de 12 años. No los nombro, porque son muchos y no me gustaría dejarme a nadie, pero tengo mucho que agradecer. Fue una situación muy difícil de gestionar, con muchos factores a tener en cuenta y muchos actores involucrados. Un reto profesional que sin duda hubiese sido imposible de abordar sin muchos grandes, ahora Amigos/as.

¿Te gustaría añadir algo más?

A día de hoy, con lo vivido a lo largo de mis años, con mi experiencia de vida, con el apoyo de mi marido, amigos y seres queridos, visibilizar nuestra condición es relativamente fácil, pero no lo fue durante toda mi carrera formativa y profesional. A lo largo de mi vida me he tropezado con muchísimas personas tóxicas, con una mente nada abierta a cambios, totalmente intransigentes con sus pensamientos anticuados, pero que son uno más de la sociedad con los que tenemos que lidiar día a día. Recuerdo como si fuera hoy, cuando solo tenía 25 años y participando en una campaña oceanográfica en mitad del océano, a un participante ya jubilado afirmar delante de mí: “prefiero que mi hijo muera a que me salga maricón”. Afortunadamente la situación ha cambiado mucho, pero debemos seguir luchando, hoy y mañana, para no dar ni un paso atrás con los derechos que entre todos hemos conseguido. 

¿Alguna vez te has retraído a la hora de compartir aspectos de tu vida personal en el trabajo por el hecho de tener una orientación sexual diferente? ¿A qué crees que se debe principalmente?

Si, en un pasado no muy lejano, en alguna ocasión, me he retraído a la hora de compartir aspectos de mi vida personal en el trabajo, básicamente por el desconocimiento que algunas personas tienen sobre el asunto o por el simple hecho de evitar los chistes fáciles homófobos o discriminatorios. Imagino que en muchos casos, esta actitud retrógrada y nada respetuosa de algunas personas contra nuestro colectivo se debe a la falta de una apropiada educación sexual, miedos personales hacia asumir su propia identidad sexual o básicamente desconocimiento absoluto del tema.