Trayectoria profesional
Investigador de la Fundación ARAID (recientemente he aprobado una oposición de Investigador Científico) en el IPE-CSIC. Estudié la Licenciatura en Geología en la Universidad de Zaragoza (1998-2002), y tras terminar la carrera el azar y la fortuna me llevaron a iniciar mi tesis doctoral en el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera del CSIC (hoy GEO3BCN) sobre un tema del que no había oído hablar hasta ese momento: la contaminación atmosférica por aerosoles, especialmente el polvo sahariano (la calima). Esa aventura comenzó á finales de 2003 y culminó a inicio de 2008. Mi investigación se ha centrado en estudiar la variabilidad de estos aerosoles en la atmósfera, conocer su origen, los impactos en salud o en el clima, y contribuir a desarrollar planes de mejora para que todas y todos respiremos un aire más sano y de mayor calidad. Estoy en el IPE-CSIC como investigador ARAID desde 2019. Anteriormente y en orden cronológico pasé por el IDAEA-CSIC (2009-2011), la Agencia de Salud Pública de la Región Lazio (2012), la Universidad de Aix-Marseille (2013-2014), y el Instituto Geológico y Minero de España (2015-2018).
¿Por qué es importante para ti visibilizar el colectivo LGTBIAQ+ en el ámbito científico/laboral?
Principalmente para ayudar a personas que no se atreven a vivir su vida con libertad. Esto es fundamental para garantizar el equilibrio personal, el correcto desarrollo y desempeño profesional, y la integración total dentro de la sociedad en la que vivimos.
¿Cómo podemos lograr una ciencia más inclusiva?
La ciencia la hacemos personas diversas que tenemos el mismo derecho a mostrarnos cómo somos y cómo sentimos si nos parece oportuno compartir estos aspectos de nuestra vida personal con nuestros compañeros. Cada lugar de trabajo debe de tener su plan de igualdad y diversidad, y un observatorio que valore de manera regular los diferentes aspectos del plan, y una comisión a la que acudir en caso necesario.
¿Por qué te dedicas a las Geociencias?
Porque es una de mis pasiones. Descubrí los aerosoles atmosféricos durante la entrevista informal que mantuve con quienes fueron mis directores de tesis. Simplemente me fascinó que nuestra atmósfera estuviera llena de partículas minúsculas de orígenes dispares, muchas de ellas con historias complejas que contar; y que las personas que nos dedicamos a la ciencia podemos medir su concentración, capturarlas, saber de dónde vienen y por qué están allí, qué composición tienen, qué efectos provocan, etc.
¿Tienes alguna persona que haya sido tu referencia en Geociencias? ¿por qué te marcó esa persona?
En mi etapa temprana dentro de las Geociencias no he tenido referentes en los que apoyarme o fijarme. Actualmente hay una persona, que es compañero mío en el IPE-CSIC, que es un referente absoluto en este sentido y en otros aspectos más allá de las Geociencias. Es uno de los científicos con mejor talante que conozco y una persona a la que admiro profundamente.
¿Te gustaría añadir algo más?
Creo que es fundamental vivir en una sociedad libre y tolerante, donde la orientación sexual, el género o el afecto se aborden con total normalidad para que todo el mundo que la formamos encontremos referentes en quien vernos reflejados de un modo u otro.
¿Alguna vez te has retraído a la hora de compartir aspectos de tu vida personal en el trabajo por el hecho de tener una orientación sexual diferente? ¿A qué crees que se debe principalmente?
Sí, en los inicios no hablaba con naturalidad de mi vida privada porque sentía que había una falta de normalización social, y en cierto modo tenía miedo al rechazo. Posteriormente descubrí que mi ambiente laboral próximo no era, en el fondo, hostil ni intolerante sino todo lo contrario, pero yo no recibía esas señales que me hubieran facilitado algunas situaciones y vivencias personales.