Trayectoria profesional

Estudié el grado en Biología en la Universidad Autónoma de Madrid. Tras graduarme, cursé el Master interunoversitario in Paleobiology and Fossil Record UAB-UB-ICP y actualmente estoy realizando el doctorado en la Universidad de Zaragoza. Mi investigación se centra en la caracterización de fenómenos de cambio global a través del estudio de las asociaciones de foraminíferos bentónicos y la aplicación de métodos estadísticos

ué te dedicas a las geociencias?

Desde pequeña me interesó mucho la vida en la tierra. ¡Cuando era niña me encantaban los animales! Especialmente aprender cómo se comportan y cómo se relacionan con su ambiente. Conforme fui creciendo y formándome, ese interés fue creciendo y poco a poco fui interesándome en las relaciones entre los seres vivos a una escala mayor, a nivel de comunidad y ecosistema, sin embargo, cuando conocí la perspectiva temporal que permite alcanzar la paleontología, ya tenía mi rumbo fijo.

¿Por qué es importante para ti hacer visibles a las personas LGTBIAQ+ en el campo de las ciencias/en el lugar de trabajo?

Creo que la razón más importante es el efecto en cadena que esa visibilización puede tener entre nuestres compañeres y estudiantes.

Aquellas que podemos permitirnos ser visibles nos convertimos en referentes, no sólo para quienes aún no pueden, sino también para todo el resto de la comunidad universitaria e investigadora. La diversidad no es sólo un derecho intrínseco de una sociedad democrática, sino también una fuerza muy potente que enriquece nuestras relaciones sociales y anima a cada una de las personas que toman parte en ellas a ser una versión más auténtica de sí misma.

¿Cómo podemos hacer que la ciencia sea más inclusiva?

A la hora de facilitar la inclusión, lo que puede estar faltando es considerar todas las formas en las que pertenecer a un colectivo oprimido impactan a una persona.

Por ejemplo, Las mujeres trans somos el colectivos con mayor tasas de desempleo entre la comunidad LGTBIQ+. Por desgracia, no es poco habitual que cuando una persona sale del armario y comienza a transicionar, pierda el contacto y el apoyo (social, emocional y económico) de sus redes más cercanas, incluyendo a familia y amigos. Esta situación impacta, no sólo el acceso a la educación superior, si no también cada uno de los pasos de la carrera investigadora. Creo que incluir en las convocatorias estatales un cupo para personas LGTBIQ+ en condiciones de precariedad sería una medida real que facilitaría nuestra inclusión.

¿Alguna vez has evitado compartir aspectos de tu vida personal en el trabajo por tener una orientación sexual diferente? ¿Cuál crees que es la razón principal?

La verdad es que no me he encontrado en esta situación porque salí del armario una vez había comenzado el doctorado. Además, tuve suerte porque la recepción fue muy respetuosa y cálida.

Sin embargo, si tuviera que aconsejar a alguien que se encuentra en esta situación, recomendaría contactar siempre con personas que hayan pasado previamente por el grupo de investigación y sepan cómo son las dinámicas y la cultura de trabajo en él. Recomendaría siempre contactar con varias personas, ya que las experiencias en el lugar de trabajo pueden ser muy distintas. También sugeriría priorizar siempre el contactar a una persona queer o diversa en otro sentido (personas racializadas, con diversidad funcional…). Aunque su identidad no sea igual a la tuya, es muy probable que sus experiencias, positivas y negativas, sean paralelas a las que tu tendrías en el lugar de trabajo.

¿Consideras que tu lugar de trabajo es un espacio seguro para las personas con diversidad afectivo-sexual? ¿Cómo crees que se podría cambiar esta situación?

Me considero muy afortunada porque en mi lugar de trabajo nunca he tenido ningún problema relacionado con mi identidad. Todo el mundo, incluyendo compañeros de departamentos, personal de servicios y alumnes me tratan por mi nombre y respetan mi identidad. Tengo suerte porque la Universidad de Zaragoza es muy respetuosa e inclusiva en ese sentido.