La clave de Birmingham pretende ser la prolongación temática de los 62 microrrelatos planetarios y astrobiológicos de «El Mensaje Darwin», en una nueva y estimulante visión sobre el futuro. Estos conectan pasado y futuro, combinando realidad y ficción, en una trama científicamente plausible, aunque insólita en algunos de sus planteamientos. El Mensaje Darwin, dejado por una supuesta civilización extraterrestre avanzada en cristales de magnetita en la Luna, Marte, la Tierra y un asteroide, ejerce un efecto sobre las biomagnetitas de nuestro cerebro y propicia un sorprendente cambio evolutivo, pero no en nuestro universo, sino hacia otra dimensión. Erasmus Darwin, abuelo del gran naturalista, junto con James Hutton, uno de los padres fundadores de la geología moderna y La Sociedad Lunar de Birmingham surgen como personajes y elementos fundamentales de la obra.

En «La clave de Birmingham» (Editorial Kinnamon), se plantean algunas cuestiones candentes sobre las futuras bases semipermanentes en la Luna y Marte, la exploración y explotación de recursos, las comunicaciones y el papel que podrían jugar los robots y también cómo la vida evoluciona se abre camino hacia el universo, trasladando todo nuestro bagaje cultural del que también forman parte nuestros sentimientos,  la forma en que vemos el mundo que nos rodea y nuestras interrelaciones como seres humanos. Si la ficción nos está ayudando a abrir las mentes a posibles desarrollos, la ciencia está siendo el referente que nos está haciendo avanzar en este desafío y en el que, casi sin percibirlo, estamos formando parte y contribuyendo a su consecución.

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